Un sudor fino vuelve a recorrer la piel,
todo vuelve a empezar: rio, lloro,
---baños largos de agua
tibia---
Los vapores se disipan y
no me reconozco.
El espejo me dice:
---no eres la misma---
Sin piedad alguna
la realidad me
aplasta contra el vidrio...
---¿Esa soy yo?---
Los latidos se hacen pequeños,
miro el fondo de mis ojos
me reconozco
---Allí estoy---
Respiro hondo, una, dos veces…
Limpio el sudor de mi cara,
me peino con los dedos, enderezo la columna,
acomodo mi vestimenta, respiro.
---Esto se ha acabado---
Salgo y me sumerjo en el día gris
de mi Lima hermosa y bulliciosa.